martes, 11 de junio de 2013

Mi doble fantasma

Dicen que los niños aprenden por imitación, es decir, que aprenden lo que ven que hacen otros. En ese caso mi hija tiene una doble madre por ahí, una que sólo ve ella y de la que copia cosas porque si no cómo se explica que: 
  • se vuelva loca con los zapatos. Creo recordar que "zapato" fue de las primeras palabras que aprendió. Le encanta ir al cajón donde los guardamos y rebuscarlos y sacarlos y probárselos. Muchas veces ella es la que tiene que decidir cuáles se pone y se los tiene que poner antes de salir de casa (en Austria, los zapatos se dejan en la puerta). En su guardería, cuando la recojo, tengo que subirla rápidamente al carrito porque si no empieza a ponerse el primer zapato que pilla y luego no hay manera de quitárselo.
  • quiera elegir su ropa.A ser posible con algún gatito, pajarito, perrito...cualquier animal. Esto no pasa siempre, claro, pero como vea el cajón de la ropa abierto allá que echa la mirada y dice que "no" a cualquier prenda que yo quiera colocarle. Tiene que ser la que ella quiera.
  • le chiflen las cremas. Las del cuerpo, las de la cara, las de sol...es más, antes de salir incluso pide éstas últimas. Y no se conforma con que se las pongamos, no, a ella le gusta meter en dedo en el tarro, tomar un buen pegote y, hala, a encremarse.
  •  se esté volviendo adicta a los ganchillos. Esto aún no lo tiene muy decido porque unos días le gusta que se los ponga y otros no los quiere ni ver. Pero ha pasado de no tolerarlos para nada a pedirlos. 


    Bien, y ¿ por qué digo que esto no tiene explicación? Bueno, pues porque yo no hago nada de eso. Los zapatos me los pongo porque no me queda otra si no saldría de casa sin ellos. Tengo un pie bastante grande y apenas encuentro de mi número, con lo cual, es un suplicio comprármelos. No es la prenda a la que más atención le preste, la verdad.
    La ropa, pues sí, claro que me gusta ir mona pero, sinceramente, si voy al súper no le doy muchas vueltas a lo que me voy a poner. 
    La única crema que intento ponerme regularmente es la de la cara. Y sólo me acuerdo de la de día. Tengo muchas para el cuerpo pero pocas veces las uso. 
    Siempre llevo el pelo suelo, ni moño, ni coleta, ni diademas...como mucho un triste ganchillo negro de los de abuela para sujetarme un mechón del flequillo. 
    Ah, bueno, y lo que sí que no hago es lo que hizo Plastilina ayer: meterse papel higiénico debajo de la camiseta y decir "tetas"

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