viernes, 10 de mayo de 2013

Sueño roto

De pequeña siempre quise ser espía. Jugaba a que tenía que observar al "sospechoso", hacerme pasar por alguien que no era, mentir cuando me preguntaban, etc. Todavía hoy me vuelven loca las películas y series de espías y sigo pensando que podría haber sido una muy buena. Bueno, cambiemos el verbo y pongámoslo en pasado" pensaba". Porque anoche me di cuenta de que no, de que ese no sería un trabajo para mí. 

A ver, mentir e improvisar se me da de escándalo, soy observadora, me fijo en los detalles, puedo ser buena actriz pero...en cuanto me pillaran y me torturaran una noche sin dormir me ponía a cantar la información en menos de un minuto!

Es que llevo ya cinco noches seguidas siendo despertada cada media hora por el llanto de Plastilina y tengo los nervios a flor de pie. Es lo peor que le pueden hacer a alguien: no dejarle dormir. Es horroroso cuando notas como ya entras en esa fase previa al sueño, cuando estás toda relajada y sabes que ya, que ya vas a caer...y....de pronto: maaaaaaaaami!!!! Ay, me mata!

Lo peor es que me crea un mal humor que no puedo controlar y, aunque normalmente tengo paciencia, ahora se me acaba en cuanto empieza un llanto. Termino perdiendo los nervios y le grito a la pobre de Plastilina. Luego se me cae el alma a los pies cuando la miro porque la pobre sé que no lo hace a propósito y sé que lo que más necesita es a su mamá y no a un monstruo chillón y antipático.  

En fin, hoy ha dicho Chico que lo peor ya ha pasado y que esta noche seguro que la va a pasar bien. Eso espero, tanto por mi salud mental como por Plastilina.

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